Bosques de manglares. Através del espejo
¿Alguna vez ha estado en el sur de Asia, África oriental, Australia u Oceanía? Si es así, sin duda tiene suerte, porque ha visto muchas bellezas en la naturaleza.
Pero tienes mucha suerte si vieras bosques de manglares en estos lugares increíbles. Nuestro planeta verde es rico en maravillas naturales, los manglares son una de esas maravillas.
El ecosistema único de manglares beneficia tanto al reino animal como al mundo humano. Además, estos extraños bosques tienen una belleza mística especial.
La mente humana se esfuerza obstinadamente por los estereotipos de pensamiento. Los árboles deben crecer en suelo firme con raíces profundas. Pero, hay plantas que echan raíces donde quieren, y no donde se acepta, según las ideas generales.
Los manglares eligen zonas especiales en el mar, donde el oleaje no es demasiado fuerte y el agua no es muy salada. Pero ¿qué pasa con las raíces? Las raíces de los árboles están ubicadas sobre la tierra, las raíces se alimentan del aire y el agua salada; así es como se ve el extraño y misterioso mundo de los manglares.
Los paisajes surrealistas de este mundo evocan involuntariamente asociaciones con el Espejo del cuento de Lewis Carroll. ¿Quién vive en este mundo de cuento de hadas? ¿Quizás allí puedas conocer al Conejo Blanco y otros personajes de Through the Looking Glass?
Debido a su ubicación especial, entre la tierra y el mar profundo, los manglares brindan refugio tanto a las aves terrestres como a las acuáticas. Es difícil imaginar un bosque surgiendo del mar, en el que conviven monos y cocodrilos, cangrejos y loros. Pero la fantasía de la naturaleza es más rica que la fantasía del hombre. Existen tales bosques. Bosques donde las arañas tejen sus telarañas gigantes, las serpientes cazan ranas y pájaros extraños construyen sus nidos.
Un delfín puede mirar este maravilloso mundo, y a veces un tigre de Bengala, debido a su actividad como depredador. Pero, ¿y el hombre? ¿Cómo interactúa con el misterioso mundo de los manglares?
Los manglares son un ecosistema especial y único que interactúa con otros sistemas naturales de nuestro planeta. El hombre también es parte del ecosistema planetario global. Al actuar incorrectamente dentro de esta compleja estructura natural, una persona se daña a sí misma. La gente tala los manglares para facilitar la captura de camarones y cangrejos, por la corteza y la madera de los árboles. ¿Cómo pueden responder los manglares a estas acciones? El bosque no responderá con destrucción en represalia. Pero es posible que los manglares no protejan a una persona de las acciones destructivas de su elemento marino nativo.
En 2004, la isla de Sri Lanka fue cubierta por un poderoso tsunami que arrasó con todo a su paso. Este elemento llevó pueblos enteros al océano, junto con sus habitantes. Estos eran los pueblos cuyos habitantes habían talado los manglares.
Resultó que estas plantas místicas servían como escudo protector entre el hombre y el océano embravecido. Las poderosas olas perdieron su fuerza en los manglares, salvando a aquellas personas que no los destruyeron para su conveniencia y beneficio.
El precio de alterar el equilibrio y la armonía naturales suele ser la vida y la salud humanas. Los manglares, como el mar a través del espejo, reflejan las acciones de una persona. Las raíces de los manglares están desnudas, no protegidas por el suelo.
Los bosques de manglares están abiertos a todo tipo de criaturas vivientes. Quizás, estas fabulosas plantas esperan la misma apertura de una persona. Después de todo, un día podrán protegerlo del peligro, cubriéndolo con sus extrañas ramas.